Retratos

Cómo una niña que hizo un pacto secreto de no crecer, se dice así misma que será pequeña eternamente y que así todo estará bien, pero las ropas ya quedan chicas y late en lo profundo un fuego incendiario que encandila mirar.

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Parece girar hacia dentro, pero en el mismo gesto irradia hacia afuera. Soltar la fiera, gritar la niña, desgarrar la cáscara. 

 

Ya sabe que esa no es ella pero le aterra mirar, porque hay tanto para sentir, tanto que aún no fue cantado. Y es que tiene en su lengua una canción de trovadores por surgir. Y un día se plegará en sí misma y todas sus capas hojaldradas y sutiles, con el poder de un conjuro se volverán corteza. Y en su transparencia hecha madera vibrara como guitarra su esencia salvaje hoy escondida.